La llegada poco a poco de las buenas temperaturas nos invitan a ir preparando nuestra casa para el buen tiempo y muchas veces no lo hacemos correctamente. Hoy hemos creído interesante hablaros de cómo limpiar y guardar las alfombras sin que sufran daños. Está claro que no nos gustaría encontrar manchas de humedad, bichos o malos olores cuando vuelva el frío, por eso habrá que tener en cuenta los siguientes consejos.
Claves para limpiar y guardar las alfombras en buen estado
1. Limpia antes de guardar
Este punto es el más relevante cuando vamos a guardar durante tiempo cualquier tipo de textil. Podemos aplicar este consejo a las mantas, edredones y en general la ropa de la temporada pasada. Está claro que una alfombra no es una camiseta que puedes meter en la lavadora sin más, por eso deberemos saber como proceder:
Lo primero será sacudirla, puedes hacerlo cogiendo por un extremo y haciendo movimientos secos en el aire o tendiéndola y dándole golpes con una raqueta o similar. Esta fase hará que el polvo superficial salga de la alfombra.
Después habrá que aspirarla para eliminar los residuos que puedan haberse quedado tras la fase anterior.
En tercer lugar, lavarla. Esta parte puede ser la más complicada, ya que disponer de un espacio para hacer una buena limpieza puede ser difícil. Se recomienda que se haga a mano con jabones neutros y a ser posible que contengan sales, estos evitarán el traspaso de colores (en caso de que tenga varios).
En último punto, y quizás el más importante, deberás secarla. ¿Por qué es el más valioso? Imagina que pasaría si guardaras una camiseta húmeda durante tres meses en una bolsa de plástico, seguramente cuando abrieras la bolsa la tirarías directamente a la basura, pues con tu alfombra puede pasar lo mismo. La humedad es una fuente indiscutible de hongos, malos olores e incluso de insectos, así que presta especial atención a esta fase.
Pensarás que son pasos costosos, pero son importantes si quieres limpiar y guardar las alfombras y que el próximo invierno estén en buen estado. En cualquier caso, siempre puedes recurrir a profesionales que harán esta tarea por ti.
Ahora ya sabes cómo limpiar tu alfombra, sigue leyendo para descubrir cómo y dónde debes guardarla.
2. Dobla tu alfombra correctamente
Como es de esperar, debemos guardar la alfombra doblada, de modo que ocupe poco espacio, y creerás «la enrollo y listo», pues no te recomendamos que sea así.
Lo primero que debes hacer es estirar una sábana o tela vieja en el suelo y poner la alfombra encima, lo ideal es que sobren un par de palmos a cada lado. Las partes que sobran de la tela las pliegas hacia dentro y entonces empiezas a enrollar. (Recalcamos que debe estar completamente seca, la humedad puede quedarse entre las fibras y provocar los malos olores, moho o bichos de los que ya hemos hablado.) Esta tela se utiliza para evitar la humedad y cómo complemento a esta podemos poner bolsitas de sal, bicarbonato o gel de sílice (son esas bolsas que encontramos a veces en las cajas de zapatos).
En segundo lugar, ataremos los extremos y la parte central con una cuerda para evitar que se desenrolle. De este modo nos aseguraremos de que todo el tiempo que esté guardada ocupará tan poco espacio como habíamos previsto en el momento de enrollarla.
Por último la meteremos en una bolsa de plástico grande que ataremos por los extremos para evitar que entre humedad.
Esta es la mejor manera de limpiar y guardar las alfombras en casa, aunque las empresas especialistas en su limpieza muchas veces prescinden de la tela intermedia, ya que tienen centrifugadoras que aseguran el secado perfecto y bolsas microperforadas para una mayor ventilación. Si consigues este tipo de bolsas y secar al 100% la alfombra, quizás puedas evitarte algunos pasos.
3. Guarda en el sitio adecuado
No todos los sitios son los mejores para guardar las alfombras durante varios meses. Lo primero que debes tener en cuenta es que no haya humedad. Lo segundo es que no haga ni mucho frío ni mucho calor, ¿Tú estarías bien en el sitio que has escogido? Sí, es así tu alfombra también. Y lo tercero es que se ventile aunque sea de forma ocasional, así evitarás la humedad.
Si no se te ocurre ningún lugar, puedes recurrir a la parte superior de algún armario, al ser lugares altos suelen acumular menos humedad. También existen muchas empresas que después de hacer la limpieza de tus alfombras ofrecen la posibilidad de guardarla hasta que lo desees.
Y ahora, disfruta del buen tiempo y de un suelo libre de alfombras hasta el invierno que viene.